miércoles, 9 de marzo de 2016

Estándares Intelectuales Universales

Estándares Intelectuales Universales.


Son estándares que deben usarse cuando se quiera verificar la calidad del razonamiento sobre un problema. Pensar críticamente implica dominar estos estándares. Para ayudar a los estudiantes a 
aprenderlos, los profesores deben formular preguntas que exploren su capacidad de pensar críticamente; preguntas que provoquen que los estudiantes se responsabilicen por su pensamiento; preguntas que, al formularse con regularidad en el aula, se vuelvan parte de las preguntas que los estudiantes necesitan formular.

La meta final es: entonces, que estas preguntas se fusionen en el proceso de pensar de 
los estudiantes hasta que se conviertan en parte de su voz interior que los guiará, a su vez, 
a un proceso de razonamiento cada vez mejor. A continuación, comentamos algunos de 
estos estándares universales:

  • Claridad: ¿Puede explicar o ampliar sobre ese asunto? ¿Puede expresar su punto de otra forma?  ¿Me puede dar un ejemplo? La claridad es un estándar esencial. Si un planteamiento es confuso, no se puede saber si es exacto o relevante. De hecho, no se puede opinar sobre el mismo ya que no sabemos qué dice. Por ejemplo, la pregunta ¿Qué puede hacerse sobre el sistema educativo en América?, no es clara. Para poder contestar la pregunta, tendríamos que clarificar lo que la persona que la hace considera que es “el problema”. Una pregunta más clara sería: 
      “¿Qué pueden hacer los educadores para asegurarse que los estudiantes aprendan las destrezas y           las habilidades que los ayuden a ser exitosos en sus trabajos y en su proceso diario de toma de             decisiones?”.

  • Exactitud: ¿Es eso cierto? ¿Cómo se puede verificar? ¿Cómo se puede corroborar que es cierto? Un enunciado puede ser claro pero inexacto como, por ejemplo: “La mayoría de los perros pesan sobre 300 libras.”
  • Precisión: ¿Puede ofrecer más detalles? ¿Puede ser más específico? Un planteamiento puede ser claro y exacto pero impreciso como, por ejemplo, “José está sobrepeso.” (No se sabe de cuánto estamos hablando, si una libra o 500.)
  • Relevancia:
¿Qué relación tiene con la pregunta? ¿Cómo afecta el asunto? Un planteamiento puede 
ser claro, exacto y preciso pero irrelevante al asunto o a la pregunta. Por ejemplo, a 
menudo los estudiantes piensan que se debe considerar al calcular la calificación de un 
curso, la cantidad de esfuerzo que el estudiante puso en el mismo. Sin embargo, muchas 
veces ese “esfuerzo” nada tiene que ver con la calidad del aprendizaje del estudiante, en 
cuyo caso, el esfuerzo no es relevante como parte de la calificación.
  • Profundidad:
¿En qué medida la respuesta contesta la pregunta en toda su complejidad? ¿En qué 
medida considera todos los problemas del asunto? ¿Atiende la respuesta los aspectos más 
importantes y significativos?

Un enunciado puede ser claro, exacto, preciso y relevante pero superficial (es decir, 
poco profundo). Por ejemplo, la frase “Diga no a las drogas”, que a menudo se usa para 
tratar de desalentar a los niños y adolescentes de usar drogas, es clara, precisa, exacta y 
relevante. No obstante, carece de profundidad porque trata un problema extremadamente 
complejo como lo es el uso de sustancias controladas entre los adolescentes, de forma 
superficial. No atiende las complejidades que implica.
  • Amplitud:
¿Habrá que considerar otra perspectiva? ¿Habrá otra forma de examinar la situación? 

Desde un punto de vista conservador, ¿qué habría que considerar?, ¿qué habría que 
considerar desde un punto de vista? Una línea de razonamiento puede ser clara, exacta, precisa, relevante y profunda pero carecer de amplitud. Por ejemplo, un argumento desde un punto de vista conservador o liberal que profundice en un asunto pero se limite a solo un lado.
  • Lógica:
¿Tendrá esto lógica? ¿Se despende de lo que se dijo? ¿Por qué? Antes dijo aquello y ahora esto, ambas no pueden ser ciertas...Cuando pensamos ordenamos una serie de ideas. Cuando las ideas combinadas se apoyan entre sí y tienen sentido, el pensamiento es lógico. Cuando las ideas combinadas no se apoyan entre sí, se contradicen o sencillamente “no tienen sentido”, es que no hay 
lógica.

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